La vida es un ciclo…
Un suelo sano produce plantas sanas, que a su vez son la base para los seres humanos y los animales sanos. Si el suelo ha sido demasiado sobre-fertilizado con agentes químicos o pesticidas, esto no sólo tiene un impacto en el suelo con sus microorganismos, sino, con el tiempo estos contaminantes comienzan a llegar a las personas a través de la cadena alimentaria y crean problemas de salud.
Sin microbios, la vida no es posible. Ellos unen el agua y los minerales, transformando materia muerta en materia orgánica dándole una nueva vida. En el suelo, los microbios digieren todos los residuos de modo que pueda dar lugar a un nuevo crecimiento. Las plantas no tienen un sistema digestivo. El suelo es el intestino de las plantas, donde los microbios ponen todos los nutrientes a disposición de ellas.
«La muerte está en el intestino», dice el refrán. En términos positivos, la vida está en el intestino porque es el responsable de un sistema inmunológico estable. Un sistema microbiano equilibrado garantiza un intestino sano. Eso explica porqué es importante para promover la vida microbiana en el «tracto digestivo de la planta» (tierra), en lugar de destruirla con plaguicidas. Los microorganismos descomponen material orgánico. Sus productos de excreción son nutrientes importantes tanto para las plantas como para el suelo. Todos los materiales están en constante ciclo de muerte y vida. El catalizador de este ciclo es el suelo, su naturaleza determina un entorno saludable.
EM es capaz de iniciar un giro en la base – el suelo – hacia una vida más saludable y más consciente con el medio ambiente.
Esperamos inspirar a muchas personas con nuestra visión “Canaria Verde 2035″.